Imagina un alimento que contiene muchísimos nutrientes esenciales que pueden sumar años a tu vida, reducir el riesgo en enfermedades como diabetes, cáncer, problemas del corazón, te hagan ver y sentir bien. Sin efectos secundarios. Estos son las superfoods.

¿Qué son realmente?

Son alimentos que son muy densamente nutritivos, esto significa que contienen gran contenido nutricional en poca cantidad, y está demostrado que tienen excelentes efectos en la salud porque contienen uno o varios de los siguientes elementos:

Antioxidantes para prevenir el envejecimiento.
Grasas saludables que son buenas para el corazón y el cerebro.
Proteína de alto valor biológico (que contiene los 9 aminoácidos esenciales en proporciones altas).
Vitaminas, minerales, enzimas.
Fibra para prevenir diabetes y problemas digestivos.
Fitoquímicos que previenen el cáncer, previenen el envejecimiento prematuro, mejoran la vista, entre otros muchos efectos benéficos a la salud.

También suelen llamarse “alimentos funcionales” por la capacidad que tienen para mejorar algunas funciones avanzadas del cuerpo.

¿Quíén las nombra superfoods?

Nadieeee!

No existe una clasificación científica ni médica que determine esto, por eso es que en internet encuentras diferentes listas de superfoods, unas que incluyen comida normalita y conocida, y otras que son polvos o frutos que en tu vida habías visto antes.

La investigación en nutrición avanza cada día más. Es por eso, que cuando se investiga sobre algún alimento nutritivo, y se observa que contiene propiedades saludables, o se descubre que por ejemplo, contiene fitonutrientes que combaten el cáncer, antioxidantes que previenen el envejecimiento, o cualquiera otro de los ejemplos que vimos arriba, pues bueno… se le nombra “superfood”.

O también por ejemplo, cuando se analiza que su composición nutricional es notablemente superior a las simples necesidades básicas del cuerpo para sobrevivir. Y que puede haber demostrado en estudios que es capaz de prevenir o combatir una enfermedad crónica… Bamm! = “superfood”.

El término fue utilizado por primera vez por Aaron Moss en el Journal Nature Nutrition en 1998, donde dice: “Los humanos tienen muchas opciones para nutrir su cuerpo, pero los beneficios que aportan algunas opciones soin taaaan nutritivas, que deberíamos de etiquetarlas como “superfoods”.

La controversia

Cómo ya lo vimos: Ni médica ni científicamente no existe el término “superfood” ni hay una clasificación establecida, por eso algunos médicos critican el término y piensan que es más bien una etiqueta de mercadotecnia. Los principales críticas son:

Cuando “etiquetan” un alimento como superfood, la gente puede creer que puede comerlo en cantidades ilimitadas. Muchas de ellas son altas en calorías, y aunque sean de buena fuente/origen, si comemos muchas calorías, el exceso va a acumularse como grasa en el organismo.
Otro riesgo es que al nombrarse como “superfood” se vuelven comidas “moda” y los grandes productores aprovechan esto para crear productos procesados con etiquetas de saludable. Ejemplo: el té verde es maravilloso, pero las botellas de té verde contienen muchísima azúcar y la mitad o menos de los antioxidantes originales. Lo mismo pasa con los jugos embotellados, podrán ser de açai berry, de granada o kiwi, pero al ser procesados pierden casi todos los beneficios y se añaden toneladas de azúcar.
Hay “superfoods” difíciles de conseguir o muy caras, y existen otras fuentes de alimentos que dan similares beneficios. Ejemplo: las goji berries sólo las consigues en tiendas orgánicas y muy caras, existen otras berries similares como frambuesas, blueberries que brindan beneficios antioxidantes muy similares, y son mucho más fáciles de conseguir y más accesibles en precio.

Conclusión.

El mejor estilo de alimentación es el que está compuesto de comida real y una gran variedad de alimentos, el kale podrá ser maravilloso pero si sólo comes eso, te estás perdiendo de muchos otros beneficios de la gran variedad de vegetales de todos los colores y fitonutrientes que existen.

¿Mi recomendación?

Incluye súperfoods que tengas a la mano: como aguacate, blueberries, brócoli, salmón, chía, quinoa, etc… no es necesario que llenes tu despensa de polvos raros como camu, maca, espirulina, digo, si los tienes, muy bien! Tampoco creas que estoy diciendo que no los comas.

Pero lo que si te pido por favor es que no te dejes llevar por la ola mercadológica y compres alimentos procesados como jugos, batidos llenos de azúcar, solo porque contienen una pequeña cantidad de las llamadas superfoods 😉

Bonus.

Aquí te dejo algunas de mis “superfoods” favoritas:

Blueberries: Son bajas en azúcar y ricas en vitaminas, antioxidantes, fibra soluble y fitoquímicos que previenen el cáncer y evitan el envejecimiento prematuro
Los hongos son lo máximo. Super bajos en calorías y carbohidratos y cargados de muchísimos nutrientes. Por algo han sido utilizados por siglos en la medicina oriental como un tratamiento anti-cáncer. Mejoran el Sistema inmunológico, combaten enfermedades virales, disminuir el colesterol y mejorar la presión arterial.
El aguacate: además de ser “brainfood”, está catalogada como superfood porque: es fuente de los mejores ácidos grasos (monoinstaturados), el tipo de grasa que contiene te ayuda a absorber mejor otros nutrientes de otros alimetnos, contiene un montón de vitaminas, minerales (como el potasio), antioxidantes. Es excelente para la salud del corazón, disminuye el colesterol malo y los triglicéridos y por su fuera poco… es delicioso!
El cacao: contienen fibra, antioxidantes y minerales. Ayuda a mejorar los niveles de colesterol y la presión arterial, ayuda a mejorar las funciones cerebrales. Las bayas de cacao crudo tienen el mayor conteo de antioxidantes que cualquier otro alimento.
El kale, el brócoli y la coliflor: Tienen compuestos llamados índoles, glucosinatos e isotiocianatos que han demostrado en diversos estudios que previenen y combaten el cáncer. (fuente).
También el huevo, las almendras, manzana, ajo, salmón salvaje, el aceite de coco, el kiwi, la granada, vegetales de hoja verde, té verde, algas, jengibre

Y otros no tan conocidos pero igual de buenos como: