A los hijos no hay que obligarlos a comer verduras, tampoco escondérselas entre la comida, ni enseñarles que las verduras son un castigo que deben de “soportar” si quieren llegar al poste de “premio”.

La mejor manera de educar a tu hijo a comer sano es si tú lo haces también. Si tú lo haces, ellos te ven y crecen con eso. Es lo que ven como “normal”.  Ellos te ven como un superhéroe (aunque no lo creas a veces)… levanta la mano cuántas veces cachas a tu hij@ haciendo lo mismo que tú… Pues ahí está! si tú las comes ellos lo harán.

Ahora ojo! Que tampoco se trata de caer en la exigencia de querer que nuestros hijos sean unos pequeños “Healthies” y unos pequeños “Fitness” y proyectar en ellos los hábitos saludables que nosotros mismos NO logramos seguir.

Hace poco me estresaba por querer ser perfecta, miraba y admiraba a otras mamás que en su casa no se ve tele (conozco una mamá que no tiene tele en su casa :(, sus hijos no comen ni un solo dulce, no toman lechitas de chocolate, nunca han visto un Ipad, los duermen a las 6:30 pm, comen todo hecho en casa y todo es orgánico ufff … cuanta exigencia!

Y es que la exigencia no nos permite disfrutar, no nos permite un balance.

Hablando de exigencia: me preguntan mucho si yo siempre como lo que recomiendo. A ver: intento, pero como cualquier otra persona: a veces bien, a veces regular…

Así como lo hago para mis coachees: yo me hago mis propios planes de alimentación… los sigo? No siempre la neta… O a poco tú siempre? jeje

Y claro que me encantan los sándwiches, los chilaquiles, los guajolotes y los tamales… los como diario? No… a veces me destrampo? claro! Pero prefiero pecar con cosas deliciosas a pecar con un yogur griego endulzado con 4 cucharadas de azúcar o con una barrita de granola con 5.

Y cuándo peco, compenso. Si sé que en la noche voy a cenar deli o si desayuné gordo en la mañana, pues el resto del día como un montón de verduras, no por castigo nooo! más bien en un intento por darle a mi cuerpo toda la fibra, vitaminas y minerales que necesita para que me deje pecar de forma medida y no compulsiva.

Aprendamos a relajarnos con eso, aprendamos a encontrar un balance entre perfección y humanidad.

Aprendamos a crear hábitos sanos pero también a gozar y disfrutar una buena comida cuándo es tiempo de hacerla! 

Un beso!