6 maneras de que (ahora sí) cumplas tus propósitos de salud para el año nuevo

No hay fiesta de fin de año sin uvas y sin propósitos de año nuevo. Tener más, ser más, hacer más…

Pero ¿por qué nunca llegamos a cumplirlos? Es desidia? Flojera? O el verdadero motivo es que no los planteamos bien desde el principio?

Déjame contarte 6 tips para que realmente puedas cumplirlos:

1. No intentes ser perfecto todo el tiempo. 

Acéptate a ti mismo como eres. Que tu propósito no sea: “Quiero tener un porcentaje de grasa corporal del 8%”, si tu complexión es más bien ancha y ni en tus mejores momentos (cuando eras del equipo de fut de la escuela y comías súper bien) has llegado al 12% siquiera.

Aprende a aceptarte cómo eres y ¡amáte! Esto no quiere decir: déjate engordar, al fin que es tu naturaleza… nooooooooo! Más bien es trabajar por ser la mejor versión de ti mismo, ser la versión saludable de ti, no intentar ser una talla que por naturaleza no eres, o quererte parecer a esos modelos de pasarela que a eso se dedican, sí, les pagan por matarse de hambre y por pasar 9 horas en el gimnasio.

Tú tienes un trabajo, una oficina, una pareja/familia y una vida! Proponte ser lo más saludable que puedas ser, y el buen físico vendrá por por sí sólo.

2. Sé realista.

Muchas veces nos planteamos propósitos como “Dejar de fumar para siempre” y desde que lo escribimos sabemos que es algo que no estamos dispuestos a cumplir. Algo realista sería proponerte “fumar 3 cigarros, en lugar de 10 diarios”.

Ojo: no estoy diciendo que “dejar de fumar” sea mal propósito, si puedes hacerlo de tajo está perfecto, bien por ti!, pero no muchos fumadores pueden hacerlo y sobre todo no ESTÁN DISPUESTOS a hacerlo.

3. Sé bueno contigo mismo.

No solamente te propongas cosas que te cuesten trabajo (bajar de peso, levantarte más temprano para hacer ejercicio etc.) También mezcla dentro de tus propósitos cosas que te mimen a ti mismo.

Darte tiempo para ti, inscribirte algún hobbie, agendar un masaje relajante cada equis tiempo, pasar tiempo al aire libre, planear reuniones con tus seres queridos etc.
Hacer cosas que te nutran en cuerpo y en espíritu. Si tú te quieres y te consientes a ti mismo, de forma automática empiezas a hacer cosas por tu propio bien.

Entonces verás que no se trata de “ponerte a dieta”, se trata de “alimentar de manera más saludable a ese cuerpo que tanto amas”.

beach-7311374. Ve paso a paso. 

Una gran amiga mía, me enseñó que para comerse a un elefante entero había que hacerlo a mordidas, o sea: “Pian pianito”.

Que tu propósito NO sea “volverte Paleo, Vegano, Corredor o lo que sea” de la noche a la mañana!

Incorpora un pequeño hábito a la vez. Por ejemplo: “incorporar más vegetales a mi alimentación sin eliminar nada de forma consciente”.

O “Comer primero lo sano y después lo gordo”.
Verás que por la ley física de que “2 cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo“, o sea en español quiere decir que si comes primero los nopales y las cebolla y después los tacos, ya no te queda huequito para el octavo o noveno taco que antes de comías.

5. Date permiso para fallar.

No seas tan exigente contigo mismo. Cualquier propósito que hagas, de una vez te digo: “vas a fallar”, por lo menos 1 vez, eso no quiere decir que debes tirar la toalla! Al contrario, aprende de cada error, levántate y vuelve a empezar!

¿Fallaste al gimnasio toda la semana? No importa! Ve el domingo aunque sea 20 minutos, es mejor eso que nada. No pienses que por un pequeño fracaso se vienen abajo todos tus esfuerzos, noooo! Vuelve a empezar, no importa que falles 20 veces, continúa desde donde te quedaste.

6. Planea, planea, planea.

No intentes “proponerte” comer saludable desde el lunes que vuelves a la oficina si tu refri está vacío, no tienes ni media verdura, ni snacks saludables para llevarte.

O no te propongas empezar a hacer ejercicio si no tienes un par de tenis para hacer deporte.

Haz una lista de súper que incluya:

1. Vegetales: De hoja verde y de colores como anaranjado, morado, rojo etc. Piensa en vegetales para ensaladas, vegetales para cocinar o asar, y vegetales para snacks que puedas llevarte a la oficina como como palitos de apio, zanahorias baby etc.

2. Frutas: piensa en frutas de picar como papaya, melón, piña etc. Frutas para tus licuados verdes como berries, piña, manzana etc. Y fruta de mano, esto por si vas de pisa y corre hacia la oficina puedes simplemente meterla en tu bolsa y listo, como manzana, durazno, ciruela, plátano etc.

3. Proteínas de calidad como huevo orgánico, pescado salvaje, carne grass fed, o proteína vegetal como garbanzos, lentejas, frijoles.

4. Cereales integrales: como arroz integral, quinoa, avena entera, pan de granos integrales, tortillas de nopal etc.

5. Grasas saludables como: aceite de oliva, aguacate, nueces, semillas, etc.

6. Condimentos naturales como: canela, pimienta, cilantro, perejil, cebolla, ajo, paprika, jengibre, etc etc.

No renuncies a comer saludable solo porque eres una persona muy ocupada, sales tarde de trabajar y no te da tiempo de nada.

Ten un plan B para esos días: compra verdura y fruta congelada para cuando se termine lo fresco.

Arma varias minibolsitas con nueces, almendras o semillas para toda la semana. Investiga qué restaurantes tienen opciones saludables y servicio a domicilio.

¿Ves como no es taaan difícil?

Aquí te dejo algunas ideas de propósitos de salud que SÍ podrás cumplir:

  • Incorporar más vegetales a tu alimentación diaria.
  • Bajarle al azúcar.
  • Cambiar harinas y panes blancos por cereales realmente integrales.
  • Comer más comida orgánica en la medida de lo posible.
  • Comer menos comida procesada (con esto ya estás evitado aceites vegetales malos, grasas trans, azúcares químicos, harinas blancas etc.)
  • Preparar snacks saludables para la oficina y no bajar a la maquinita.
  • Tomar tu café de la mañana lo más saludable posible.
  • Ayudar a tu fuerza de voluntad y no dejarle todo el trabajo a ella.
  • Cocinar más en casa.
  • Poner atención al comer, masticar despacio y no estar con el celular, el ipad, la tele o la compu.
  • Cuidar tus porciones. Usar platos más chicos, controlar las porciones y no quedarte tan satisfecho que des el botonazo.
  • Incrementar tu actividad física. No se trata de correr el 1 de enero a inscribirte al gimnasio, se trata de ser más activo durante el día, subir por las escaleras en lugar del elevador, estacionarte más lejos, hacer ejercicio en tu sala, jugar más activamente con tus hijos/sobrinos etc.
  • Encontrar un ejercicio que te guste y haga tus días felices: no se trata de encerrarte en el gimnasio diario de 6:00 – 8:00 am si no lo disfrutas (hay gente que sí y mis respetos!) se trata de que encuentres una actividad que te llame la atención: clases de baile, patinar, jugar paddle, yoga, ciclismo de montaña etc. para cada persona el ejercicio ideal es diferente y tienes que encontrar el tuyo! cuando realmente lo disfrutas te aseguras que lo vas a estar haciendo de por vida.

O quieres ser de esas personas que se inscriben al gimnasio en enero y lo abandonan en marzo?

Buena suerte y te deseo todo lo mejor para el nuevo año: salud, éxito, felicidad y amor!

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